LOS CAMINOS DESDE EL VALLE AL MONTE
Localizacón: Vila Nova da Erra
Punto de partida de la ruta: Jardín público de Vila Nova da Erra
Coordenadas GPS (WGS84): 39.000642, -8.447794
Tipo de ruta: circular
Nivel de dificultad: fácil
Extensión: 9,7 kilómetros
Duración Aproximada: 3 horas
Subida Total: 152 metros
Descenso Total: 151 metros
Altitud Máxima: 108 metros
Altitud Mínima: 18 metros
Época Recomendada: Todo el año
Esta ruta transcurre entre el valle del río Sorraia y los grandes bosques del municipio, que aquí son un notable ejemplo de renovación y explotación sostenible que le ha valido a Coruche el título de capital mundial del corcho. Casi la mitad del municipio está compuesto por montes mixtos de alcornoques y pinos mansos que generan riqueza tanto por los productos que de ellos se obtienen —madera, corcho y piñones— como por la fauna y la flora, pero también por la gran contribución medioambiental y su elevado valor ecológico.
La ruta gira en torno a Vila Nova de Erra, un pequeño pueblo a ocho kilómetros de Coruche. En el punto de partida hay un establecimiento de hostelería y espacio para aparcar.
Saliendo del jardín, descienda la calle unos veinte metros y gire a la izquierda por la Rua de São Francisco. Avance unos sesenta metros y gire a la derecha por la calle que sale del pueblo. Continúe unos ciento cuarenta metros por la carretera asfaltada y gire a la izquierda en el primer camino de tierra. Continúe otros doscientos cincuenta metros más hasta llegar a una bifurcación en la que debe tomar el camino de la izquierda. Continúe otros cien metros por encima del canal de riego, en donde encontrará una carretera asfaltada. Gire a la izquierda y camine en dirección contraria al tráfico.
Camine por el arcén un kilómetro y gire a la derecha siguiendo otros ciento cincuenta metros por otra carretera asfaltada. En esta zona se suelen ver milanos negros (Milvus migrans).
Aquí se inicia la mayor parte de la ruta sobre tierra, y siempre ganando altitud. Siga de frente unos setecientos metros y en la bifurcación tome el camino de la izquierda. Avance otros ochocientos metros, y en la nueva bifurcación tome el camino de la derecha y avance cuatrocientos metros.
Ahora gire a la derecha y continúe siempre de frente por el camino principal durante unos dos kilómetros. Ignore todos los pequeños desvíos. Al llegar a una bifurcación, tome el camino de la izquierda. Cien metros más adelante, gire a la derecha, y en los próximos trescientos metros gire siempre a la derecha en los tres cruces que se va a encontrar. En esta zona hay muchos montes en los que se pueden observar animales como el pico picapinos (Dendrocopos major).
En estos bosques, los hombres y los animales conviven en paz desde hace siglos. Aquí todavía hoy se recogen setas y espárragos, leña, miel y bellotas para alimentar a los rebaños.
Después de dejar a su izquierda una carbonera, continúe de frente y, en el próximo cruce, gire a la izquierda para tomar el camino principal. Al cabo de unos cien metros, gire a la derecha y avance siempre de frente. A unos trescientos metros, llegará al punto más alto de la ruta, en donde podrá disfrutar de unas magníficas vistas panorámicas del monte y de una parte del valle del Sorraia.
Aquí empieza la bajada hasta el valle del Erra, por donde corre un arroyo. Son setecientos metros de terreno pedregoso en los que debe avanzar siempre de frente por el camino más ancho. Al llegar a un cruce con un camino de arena, gire a la izquierda y tras recorrer unos ciento cincuenta metros, gire a la derecha por un camino estrecho que le llevará hasta el arroyo. A su izquierda hay un sendero que lleva a un puente colgante. Aproveche para descansar y disfrutar del lugar en medio de la densa vegetación. Continúe hasta encontrar una carretera asfaltada y gire a la derecha. Pocos metros más adelante, hay una vivienda con un alcornoque incrustado en la fachada, un detalle interesante que demuestra el respeto del propietario por la naturaleza y por la ley.
En Portugal, el alcornoque es una especie protegida cuya tala está prohibida. Continúe hasta el final de la carretera asfaltada, avance de frente hasta una bifurcación y gire a la izquierda. En esta zona de sombra podrá encontrar dedaleras (Digitalis purpurea), y en la parte en la que se excavó la carretera podrá observar grandes alcornoques, algunos de los cuales tienen sus raíces expuestas, dejando a la vista el sistema radicular. Estos árboles frondosos pueden alcanzar los 25 metros de altura y vivir 300 años. La mayoría de los alcornoques adultos que hoy encontramos en el país proceden de la regeneración natural. Sin embargo, la perpetuación de la especie por este medio resulta mucho más difícil en otros lugares.
Al final de la bajada, encontrará una carretera asfaltada. Aquí, gire a la derecha y camine por el arcén unos cien metros, hasta encontrar el canal de riego de las explotaciones agrícolas del valle del Sorraia. Este sistema, gestionado por la Asociación de Regantes y Beneficiarios del Valle del Sorraia, se creó en 1951. tiene más de cien kilómetros de extensión, y permite regar una superficie superior a las dieciséis mil hectáreas.
Siga el canal por la izquierda a lo largo de un kilómetro. En este tramo que pasa por varios huertas se pueden ver macaones (Papilio machaon). Cuando el canal cruce una carretera asfaltada, gire a la derecha e inicie la subida que le llevará de regreso al pueblo. Al cabo de unos ciento cincuenta metros, al inicio del caserío, gire en la calle de la derecha y pase frente a la iglesia, girando inmediatamente en la primera calle a la derecha y a continuación en la calle a la izquierda. Gire de nuevo a la derecha y habrá llegado al punto de partida.
La ruta gira en torno a Vila Nova de Erra, un pequeño pueblo a ocho kilómetros de Coruche. En el punto de partida hay un establecimiento de hostelería y espacio para aparcar.
Saliendo del jardín, descienda la calle unos veinte metros y gire a la izquierda por la Rua de São Francisco. Avance unos sesenta metros y gire a la derecha por la calle que sale del pueblo. Continúe unos ciento cuarenta metros por la carretera asfaltada y gire a la izquierda en el primer camino de tierra. Continúe otros doscientos cincuenta metros más hasta llegar a una bifurcación en la que debe tomar el camino de la izquierda. Continúe otros cien metros por encima del canal de riego, en donde encontrará una carretera asfaltada. Gire a la izquierda y camine en dirección contraria al tráfico.
Camine por el arcén un kilómetro y gire a la derecha siguiendo otros ciento cincuenta metros por otra carretera asfaltada. En esta zona se suelen ver milanos negros (Milvus migrans).
Aquí se inicia la mayor parte de la ruta sobre tierra, y siempre ganando altitud. Siga de frente unos setecientos metros y en la bifurcación tome el camino de la izquierda. Avance otros ochocientos metros, y en la nueva bifurcación tome el camino de la derecha y avance cuatrocientos metros.
Ahora gire a la derecha y continúe siempre de frente por el camino principal durante unos dos kilómetros. Ignore todos los pequeños desvíos. Al llegar a una bifurcación, tome el camino de la izquierda. Cien metros más adelante, gire a la derecha, y en los próximos trescientos metros gire siempre a la derecha en los tres cruces que se va a encontrar. En esta zona hay muchos montes en los que se pueden observar animales como el pico picapinos (Dendrocopos major).
En estos bosques, los hombres y los animales conviven en paz desde hace siglos. Aquí todavía hoy se recogen setas y espárragos, leña, miel y bellotas para alimentar a los rebaños.
Después de dejar a su izquierda una carbonera, continúe de frente y, en el próximo cruce, gire a la izquierda para tomar el camino principal. Al cabo de unos cien metros, gire a la derecha y avance siempre de frente. A unos trescientos metros, llegará al punto más alto de la ruta, en donde podrá disfrutar de unas magníficas vistas panorámicas del monte y de una parte del valle del Sorraia.
Aquí empieza la bajada hasta el valle del Erra, por donde corre un arroyo. Son setecientos metros de terreno pedregoso en los que debe avanzar siempre de frente por el camino más ancho. Al llegar a un cruce con un camino de arena, gire a la izquierda y tras recorrer unos ciento cincuenta metros, gire a la derecha por un camino estrecho que le llevará hasta el arroyo. A su izquierda hay un sendero que lleva a un puente colgante. Aproveche para descansar y disfrutar del lugar en medio de la densa vegetación. Continúe hasta encontrar una carretera asfaltada y gire a la derecha. Pocos metros más adelante, hay una vivienda con un alcornoque incrustado en la fachada, un detalle interesante que demuestra el respeto del propietario por la naturaleza y por la ley.
En Portugal, el alcornoque es una especie protegida cuya tala está prohibida. Continúe hasta el final de la carretera asfaltada, avance de frente hasta una bifurcación y gire a la izquierda. En esta zona de sombra podrá encontrar dedaleras (Digitalis purpurea), y en la parte en la que se excavó la carretera podrá observar grandes alcornoques, algunos de los cuales tienen sus raíces expuestas, dejando a la vista el sistema radicular. Estos árboles frondosos pueden alcanzar los 25 metros de altura y vivir 300 años. La mayoría de los alcornoques adultos que hoy encontramos en el país proceden de la regeneración natural. Sin embargo, la perpetuación de la especie por este medio resulta mucho más difícil en otros lugares.
Al final de la bajada, encontrará una carretera asfaltada. Aquí, gire a la derecha y camine por el arcén unos cien metros, hasta encontrar el canal de riego de las explotaciones agrícolas del valle del Sorraia. Este sistema, gestionado por la Asociación de Regantes y Beneficiarios del Valle del Sorraia, se creó en 1951. tiene más de cien kilómetros de extensión, y permite regar una superficie superior a las dieciséis mil hectáreas.
Siga el canal por la izquierda a lo largo de un kilómetro. En este tramo que pasa por varios huertas se pueden ver macaones (Papilio machaon). Cuando el canal cruce una carretera asfaltada, gire a la derecha e inicie la subida que le llevará de regreso al pueblo. Al cabo de unos ciento cincuenta metros, al inicio del caserío, gire en la calle de la derecha y pase frente a la iglesia, girando inmediatamente en la primera calle a la derecha y a continuación en la calle a la izquierda. Gire de nuevo a la derecha y habrá llegado al punto de partida.