CASTRO DE VILA NOVA DE SÃO PEDRO
Localizacón: Vila Nova de São Pedro
Punto de partida de la ruta: Rua das Escolas, Junta de Freguesia de Vila Nova de São Pedro
Coordenadas GPS (WGS84): 39.209335, -8.843206
Tipo de ruta: circular
Nivel de dificultad: muy fácil
Extensión: 7,3 kilómetros
Duración Aproximada: 3 horas
Subida Total: 116 metros
Descenso Total: 115 metros
Altitud Máxima: 104 metros
Altitud Mínima: 28 metros
Época Recomendada: Todo el año
En el punto de inicio de esta ruta hay servicios de hostelería y espacio para aparcar.
Partiendo del pequeño jardín que hay en el centro del pueblo, y dejando la torre del reloj a la izquierda, cruce la carretera y, justo en frente, encontrará la Rua da Amoreira, cuya calzada es de tierra. Recorra trescientos metros y gire a la derecha para iniciar un tramo de ochocientos metros que termina en una carretera asfaltada. En esta bajada, unos ciento cincuenta metros más adelante, podrá observar a la izquierda una mina de agua. Estos antiguos manantiales excavados en la roca caliza permitían regar pequeños huertos, la base de la agricultura de subsistencia. Toda la bajada transcurre por un valle que termina en Maçussa.
Al llegar a la carretera asfaltada, gire a la derecha e inicie una breve subida de quinientos metros hasta encontrar a la derecha una fuente, un merendero y un lavadero público. Continúe por el camino de tierra que encontrará a la izquierda y camine por el valle del Almoster unos mil cuatrocientos metros. Se trata de un tramo plano en el que la rica cubierta vegetal alberga una gran biodiversidad. El paisaje se divide entre las huertas, el monte bien conservado, los ocasionales rebaños pastando y algunos viñedos. El canto de las aves es una constante, pero también las diferentes especies de árboles y arbustos merecen nuestra atención. Una de ellas es el espino blanco (Crataegus monogyna), el cual puede ser considerado un arbusto o un árbol dependiendo de su tamaño. En primavera, exhibe flores blancas, y después ofrece unos frutos comestibles de color rojizo.
Al encontrar un cruce de caminos rurales, gire a la derecha e inicie una subida hasta Torre de Penalva. Este tramo transcurre en paralelo a un curso de agua que presenta en su margen izquierda una densa galería con vegetación ribereña, y en la margen derecha, un monte seguido de un campo abierto con algunos matorrales.
Tras unos ochocientos metros, encontrará a su izquierda una carretera, pero debe seguir de frente otros doscientos metros más y girar a la izquierda por un camino estrecho que termina junto a la Torre de Penalva. Deje atrás este lugar saliendo por la carretera asfaltada. A unos sesenta metros, a la derecha, encontrará la fuente de la Torre. Regrese a la carretera y siga de frente. No gire en la primera calle, sino en la siguiente a su derecha, deje atrás del cruce y siga de frente otros trescientos metros hasta encontrar el indicador del castro.
Aquí, gire a la derecha hacia el camino de tierra, y siga de frente unos cuatrocientos metros hasta encontrar tres trazados mal definidos. Siga por el de la derecha y, a unos cien metros, verá la elevación sobre la que se erige el monumento. El castro de Vila Nova de São Pedro se encuentra en el punto más alto de la región, ya que estas construcciones casi siempre se erigían en lo alto de montes que servían de defensa natural y permitían el control táctico por sus vistas panorámicas sobre los terrenos circundantes. Muy cerca corre el río Almoster, afluente del río Maior, que a su vez es afluente del Tajo, el cual sería la principal vía de comunicación. Este poblado fortificado del Calcolítico registra una evolución en cuatro etapas: primero fue un poblado abierto, después se edificó la primea muralla, tras la cual se construyó la segunda línea de defensa y, finalmente, una nueva muralla.
Regrese por el mismo camino hasta la carretera asfaltada, y una vez en ella siga de frente unos doscientos metros, gire en la primera calle a la derecha y al pasar la iglesia, gire de nuevo a la derecha y descienda por la calle unos veinte metros hasta encontrar a su derecha la Casa João Moreira y un mirador desde el cual podrá disfrutar de unas excelentes vistas del paisaje. Desde la calle que hay frente al mirador, siga la calle a su izquierda unos cien metros, y cuando llegue a una bifurcación, siga por la izquierda y continúe otros doscientos metros. Aquí la carretera principal del pueblo se bifurca. Debe seguir por la izquierda y continuar en frente unos ciento cincuenta metros, girar a la izquierda y, al final de la calle, girar a la derecha.
Cien metros más adelante se encuentra el jardín en el que se inicia esta ruta.
Esta ruta transcurre por los alrededores de un poblado fortificado considerado un tesoro de la arqueología nacional, y uno de los más antiguos de su especie en Europa. Aquí se descubrieron numerosos objetos, como copas rituales, ídolos y adornos, cerámicas y otros de valor incalculable para la arqueología, ahora custodiados en el Museo Arqueológico del Carmen. Sobre el terreno, nos encontramos con el principal recinto amurallado del poblado y varias de sus estructuras, pero todavía se conservan restos de las restantes murallas, que pueden ser descubiertos por los más curiosos.
Este territorio siempre fue muy deseado por sus fértiles tierras. En un pasado más reciente, Vila Nova, Maçussa y Alcoentrinho (el actual Manique do Intendente) formaban una de las parroquias de mayor tamaño de la región, la cual debía pagar una «bula de cruzada» de 400 libras al año a principios del siglo XIII, durante el reinado de Dionisio I, el Labrador, quien fuera el creador de las ferias francas. Este rey concedió diferentes privilegios y exenciones a varias localidades, y procuró que sus gentes se interesasen por la explotación de las tierras facilitando la distribución.
Este territorio siempre fue muy deseado por sus fértiles tierras. En un pasado más reciente, Vila Nova, Maçussa y Alcoentrinho (el actual Manique do Intendente) formaban una de las parroquias de mayor tamaño de la región, la cual debía pagar una «bula de cruzada» de 400 libras al año a principios del siglo XIII, durante el reinado de Dionisio I, el Labrador, quien fuera el creador de las ferias francas. Este rey concedió diferentes privilegios y exenciones a varias localidades, y procuró que sus gentes se interesasen por la explotación de las tierras facilitando la distribución.
En el punto de inicio de esta ruta hay servicios de hostelería y espacio para aparcar.
Partiendo del pequeño jardín que hay en el centro del pueblo, y dejando la torre del reloj a la izquierda, cruce la carretera y, justo en frente, encontrará la Rua da Amoreira, cuya calzada es de tierra. Recorra trescientos metros y gire a la derecha para iniciar un tramo de ochocientos metros que termina en una carretera asfaltada. En esta bajada, unos ciento cincuenta metros más adelante, podrá observar a la izquierda una mina de agua. Estos antiguos manantiales excavados en la roca caliza permitían regar pequeños huertos, la base de la agricultura de subsistencia. Toda la bajada transcurre por un valle que termina en Maçussa.
Al llegar a la carretera asfaltada, gire a la derecha e inicie una breve subida de quinientos metros hasta encontrar a la derecha una fuente, un merendero y un lavadero público. Continúe por el camino de tierra que encontrará a la izquierda y camine por el valle del Almoster unos mil cuatrocientos metros. Se trata de un tramo plano en el que la rica cubierta vegetal alberga una gran biodiversidad. El paisaje se divide entre las huertas, el monte bien conservado, los ocasionales rebaños pastando y algunos viñedos. El canto de las aves es una constante, pero también las diferentes especies de árboles y arbustos merecen nuestra atención. Una de ellas es el espino blanco (Crataegus monogyna), el cual puede ser considerado un arbusto o un árbol dependiendo de su tamaño. En primavera, exhibe flores blancas, y después ofrece unos frutos comestibles de color rojizo.
Al encontrar un cruce de caminos rurales, gire a la derecha e inicie una subida hasta Torre de Penalva. Este tramo transcurre en paralelo a un curso de agua que presenta en su margen izquierda una densa galería con vegetación ribereña, y en la margen derecha, un monte seguido de un campo abierto con algunos matorrales.
Tras unos ochocientos metros, encontrará a su izquierda una carretera, pero debe seguir de frente otros doscientos metros más y girar a la izquierda por un camino estrecho que termina junto a la Torre de Penalva. Deje atrás este lugar saliendo por la carretera asfaltada. A unos sesenta metros, a la derecha, encontrará la fuente de la Torre. Regrese a la carretera y siga de frente. No gire en la primera calle, sino en la siguiente a su derecha, deje atrás del cruce y siga de frente otros trescientos metros hasta encontrar el indicador del castro.
Aquí, gire a la derecha hacia el camino de tierra, y siga de frente unos cuatrocientos metros hasta encontrar tres trazados mal definidos. Siga por el de la derecha y, a unos cien metros, verá la elevación sobre la que se erige el monumento. El castro de Vila Nova de São Pedro se encuentra en el punto más alto de la región, ya que estas construcciones casi siempre se erigían en lo alto de montes que servían de defensa natural y permitían el control táctico por sus vistas panorámicas sobre los terrenos circundantes. Muy cerca corre el río Almoster, afluente del río Maior, que a su vez es afluente del Tajo, el cual sería la principal vía de comunicación. Este poblado fortificado del Calcolítico registra una evolución en cuatro etapas: primero fue un poblado abierto, después se edificó la primea muralla, tras la cual se construyó la segunda línea de defensa y, finalmente, una nueva muralla.
Regrese por el mismo camino hasta la carretera asfaltada, y una vez en ella siga de frente unos doscientos metros, gire en la primera calle a la derecha y al pasar la iglesia, gire de nuevo a la derecha y descienda por la calle unos veinte metros hasta encontrar a su derecha la Casa João Moreira y un mirador desde el cual podrá disfrutar de unas excelentes vistas del paisaje. Desde la calle que hay frente al mirador, siga la calle a su izquierda unos cien metros, y cuando llegue a una bifurcación, siga por la izquierda y continúe otros doscientos metros. Aquí la carretera principal del pueblo se bifurca. Debe seguir por la izquierda y continuar en frente unos ciento cincuenta metros, girar a la izquierda y, al final de la calle, girar a la derecha.
Cien metros más adelante se encuentra el jardín en el que se inicia esta ruta.